Uno de los bombardeos más fuertes que Rusia llevó a cabo la última noche tuvo lugar en la ciudad ucraniana de Khmelnytsky, precisamente sobre una instalación industrial donde se almacenaban armas para asistir en el combate.
“Desgraciadamente, hay impactos de drones enemigos en infraestructuras de la región de Khmelnytsky. Las autoridades y servicios locales están trabajando para evaluar los daños y hacen todos los preparativos preliminares para restaurar la propiedad dañada”, informó en un primer momento la Fuerza Aérea ucraniana y llamó a la gente de la zona a “permanecer en los refugios y mantenerse a salvo”.
Las imágenes difundidas horas más tarde muestran el momento exacto en el que impactan los misiles sobre este sitio y, a continuación, se genera una intensa nube negra de humo que se propaga por la zona.
La portavoz del presidente Volodimir Zelensky, Iuliia Mendel, confirmó que se trató de ataques provenientes tanto del norte como del sur y que se empleó en ellos los vehículos aéreos no tripulados Shahid-136/131, de fabricación iraní.
Como consecuencia de esta operación, cinco personas resultaron heridas por fragmentos de cristal y se registraron daños en ventanas, puertas, techos e instituciones educativas y médicas -entre otros- por las fuertes ondas expansivas.
Dos de los heridos fueron hospitalizados y los restantes tres fueron asistidos por personal sanitario y trasladados a un centro para recibir tratamiento ambulatorio, sumó el alcalde de Khmelnytsky.