La violencia armada en las cárceles de Honduras han llevado a la presidenta del país, Xiomara Castro, a militarizar las cárceles y a implementar toques de queda. Rafael Romo conversó con Gonzalo Sánchez, abogado criminalista sobre las nuevas estrategias de seguridad.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha lanzado una nueva ofensiva para hacer frente a la violencia que desangra al país centroamericano y que ha dejado al menos 21 muertos en las últimas 24 horas. Tras una nueva masacre registrada el sábado en el interior de un billar en el sector de Choloma, en el norte de Honduras, que dejó 13 muertos, la mandataria ha decretado un toque de queda en esa ciudad y en San Pedro Sula, la más importante del país, y ha anunciado una operación policial que incluye allanamientos, capturas de posibles criminales y retenes.
Otras ocho personas han sido asesinadas en otros crímenes en el norte del país. Las nuevas medidas se dan cinco días después de que 46 reclusas murieran en una reyerta entre integrantes de pandillas rivales, registrada en una cárcel. “He tomado medidas para darles seguridad ante el brutal y despiadado ataque terrorista a que están sometidos por los matones a sueldo entrenados y dirigidos por los cabecillas del Narcotráfico que opera impunemente”, ha escrito la presidenta en una cadena de mensajes publicados este domingo en su perfil de Twitter.