En menos de 48 horas, Threads, la apuesta de Meta para competir con Twitter, superó los 70 millones de registros, sacudió el panorama de las redes sociales y puso a Twitter en un estado de nervios tal, que amenaza con emprender acciones legales contra Meta.
Pero aún cuando es cierto que los usuarios se registran en Threads en masa y con claros deseos de huir del caos del Twitter de Elon Musk, no menos cierto es que el éxito repentino de la aplicación de Meta podría plantear una nueva serie de preocupaciones.
Meta fue criticada durante mucho tiempo por su dominio del mercado y por tratar, supuestamente, de ahogar a la competencia copiando y matando aplicaciones rivales. Ahora, varios expertos en competencia y hasta algunos usuarios de Threads temen que, si la nueva aplicación sigue ganando adeptos, Meta y su CEO, Mark Zuckerberg, acumulen aún más poder y dominio.
“La perspectiva es de un monopolio total por parte de Meta”, escribió un usuario. “Es un verdadero problema para la sociedad cuando unas pocas docenas de personas y empresas son dueñas de todo, de modo que no puedan existir paradigmas alternativos”, replicó otro.
Twitter siempre había sido mucho más pequeña que las plataformas de Meta, pero tenía una influencia desmesurada en la tecnología, los medios de comunicación y la política. Sin embargo, cuando Twitter se tambaleó bajo el mando de Musk, surgió una industria artesanal de aplicaciones más pequeñas que intentaban captar parte de su magia. Ahora, Meta parece la mejor posicionada para hacerse con la corona, más que ninguna de ellas.
El exitoso lanzamiento de Threads esta semana pone de manifiesto la incómoda realidad de la economía digital moderna: para vencer a algunos de los grandes del sector, quizá haya que ser un gigante.
El poder de Instagram
El éxito de Threads de la noche a la mañana es un testimonio tanto del descontento con la propiedad de Twitter por parte de Musk como del poder y el alcance únicos de una de las propiedades más importantes de Meta: Instagram.
Instagram cuenta con más de 2.000 millones de usuarios, muchos más que los 238 millones que Twitter declaró tener en los meses previos a que Musk tomara el control. Cuando los nuevos usuarios se registran en Threads, lo hacen utilizando una cuenta de Instagram y la aplicación les pide que sigan a todos sus contactos de Instagram con un solo toque. Es opcional, pero es fácil de aceptar, y se necesita una decisión consciente para rechazarla.
Al promocionar Threads a través de Instagram, y al compartir los datos de los usuarios de Instagram con Threads para permitir a la gente recrear instantáneamente sus redes sociales, Meta ha facilitado mucho el proceso de incorporación a la plataforma. Esta experiencia fluida ha permitido a Threads superar lo que se conoce en el sector como el problema del “arranque en frío”, en el que una nueva plataforma tiene dificultades para captar nuevos usuarios porque no hay otros usuarios que los atraigan.
Gracias a la integración de Instagram, “el mayor problema, el del huevo o la gallina, se resuelve desde el principio”, dijo el cofundador de Reddit e inversor de riesgo Alexis Ohanian en un video este jueves (publicado, naturalmente, en Threads).
El hecho de que Threads haya superado ese obstáculo con facilidad, según Ohanian, lo vuelve “optimista” respecto a la nueva aplicación.
Preocupación por los monopolios
Sin embargo, esa misma innovación que hizo que se registraran tantos usuarios tan rápidamente puede plantear problemas de competencia, sobre todo en Europa, donde las nuevas normas antimonopolio para las plataformas digitales entrarán en vigor en cuestión de meses.
“Desde el punto de vista de la competencia, esto puede ser problemático porque Meta puede utilizarlo para aprovechar su poder de mercado y elevar las barreras de entrada, ya que otros rivales no tendrían la base de clientes que Meta tiene a través de Instagram”, afirma Agustín Reyna, director de asuntos jurídicos y económicos de la organización de defensa de los consumidores BEUC, con sede en Bruselas.
Según la Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea (DMA, por sus siglas en inglés), los “guardianes digitales”, término que previsiblemente englobará a Meta y/o sus filiales, tendrán prohibido combinar los datos de un usuario procedentes de múltiples plataformas sin su consentimiento, explicó Reyna. Otra restricción prohíbe exigir a los usuarios que se registren en una plataforma como condición para utilizar otra.
El CEO de Instagram, Adam Mosseri, pareció reconocer estos problemas esta semana en una entrevista con The Verge. Según Mosseri, Threads no se lanzará en la Unión Europea por el momento debido a la “complejidad de cumplir algunas de las leyes que entrarán en vigor el año que viene”, una afirmación que The Verge sugiere que se refiere a la DMA.
La DMA se aprobó específicamente para hacer frente a las cuestiones antimonopolio planteadas por las grandes plataformas tecnológicas. El hecho de que Threads aparentemente no pueda (todavía) cumplir las normas diseñadas para proteger a la competencia subraya la incertidumbre sobre el posible impacto competitivo de la aplicación.
El planteamiento de Meta sobre Threads también podría reavivar las antiguas críticas sobre la supuesta práctica de la empresa de copiar y matar a sus rivales, sobre todo porque Twitter ha advertido a Meta de que podría demandarla por robo de secretos comerciales (acusación que Meta niega).
El problema no se limita al ámbito de las redes sociales. A medida que el mundo avanza en el desarrollo de la inteligencia artificial, Threads representa una nueva y enorme oportunidad para que Meta reúna datos de entrenamiento para su propia tecnología de IA, de una forma que podría ayudarle a alcanzar a líderes del sector como OpenAI y Google. Esto podría complicar cualquier intento de análisis exhaustivo de lo que Threads significa para la competencia en tecnología.
Un impacto incierto en anunciantes y usuarios
Parte de lo que complica tanto el debate es la amenaza que Threads parece suponer para Twitter.
Si Threads presiona a Twitter para que mejore su servicio, se trata de una forma de competencia entre aplicaciones, afirma Geoffrey Manne, fundador del International Center for Law and Economics, con sede en Portland, Oregon.
Pero, añadió, si conduce a una concentración de poder en el sector de las redes sociales en general, podría significar una reducción de la competencia en el sector. Todo depende de cómo se defina el mercado.
“Me inclino a decir que hace ambas cosas simultáneamente, y que las consecuencias finales no están tan claras”, dijo Manne.
En lugar de verlo a través de la lente de un mercado de redes sociales, una forma útil de ver el asunto es desde la perspectiva del mercado publicitario, dijo. Es posible que una vez que Threads introduzca publicidad, lo que Zuckerberg ha dicho que no ocurrirá hasta que la aplicación haya alcanzado una escala significativa, simplemente refuerce el poder del mercado publicitario de Meta, dijo Manne. Eso podría dar lugar a un mayor escrutinio antimonopolio para Meta, incluso si la pregunta sobre la competencia en las redes sociales es ambigua.
Jeff Blattner, exfuncionario antimonopolio del Departamento de Justicia, dijo que tener a Threads como rival de Twitter solo puede beneficiar a los consumidores.
“Dos plataformas dirigidas por maníacos multimillonarios son mejor que una”, escribió en Threads, aunque si Threads tiene tanto éxito que consigue eliminar a Twitter por completo, en cierto modo la cuestión original sobre el dominio de Meta seguirá en pie.
Una rama de olivo
Threads tiene algo a su favor que puede cortar de raíz cualquier preocupación por la competencia: su compromiso de integrarse con los mismos protocolos abiertos que utilizan otras alternativas de redes sociales, como Mastodon.
Eso daría a los usuarios la opción de migrar sus cuentas, junto con todos sus datos de seguidores intactos, a un rival como Mastodon, que no está controlado por Meta.
Aunque esa interoperabilidad aún no está disponible, Mosseri la ha señalado repetidamente como una prioridad en su lista de tareas pendientes.
Cuando se produzca, podría ser un paso importante. Lo que ahora puede parecer una captación de audiencia por parte de Meta podría acabar siendo algún día la forma en que millones de personas se incorporen a una infraestructura de red social masiva y descentralizada que no esté controlada por ninguna empresa, individuo u organización.
“Por eso creemos que los requisitos de interoperabilidad son tan importantes”, afirma Charlotte Slaiman, experta en competencia del grupo de consumidores Public Knowledge, con sede en Washington. Si los usuarios pudieran trasladar todo su contenido social de un rival a otro siempre que quisieran, dijo, “podríamos tener una competencia más justa basada en la calidad del producto, no solo en la ventaja de aquel que llegó primero”.