Si bien las olas de calor no son tan destructivas como otras amenazas naturales, tales como los huracanes e inundaciones repentinas, pueden causar mortalidad y morbilidad que no son evidentes de forma inmediata debido a varias causas, incluida la falta de sistemas de vigilancia para enfermedades crónicas.
Los impactos negativos de las olas de calor son predecibles y prevenibles a través de acciones de salud pública. Por lo tanto, la OPS/OMS insta a los países de la Región de las Américas a:
- Fortalecer las capacidades del sector salud, mediante el desarrollo de planes de acción contra las olas de calor que incluyan mejoras en los preparativos y la respuesta frente a esta amenaza, y por medio de ello, reducir el exceso de enfermedades, muertes y trastornos sociales ocasionados por las olas de calor; y
- Fortalecer las capacidades de los servicios meteorológicos para generar proyecciones y predicciones relevantes para el bienestar humano, y para promover una estrecha coordinación entre estos servicios y el sector de salud, de modo que la información meteorológica sea usada para la toma de decisiones, antes, durante y después de una ola de calor.
Esta iniciativa está siendo implementada de forma colaborativa entre los Departamentos de Emergencias en Salud (PHE) y de Determinantes Sociales y Ambientales para la Equidad en Salud (DHE).