En un cambio de marca radical, el propietario de Twitter, Elon Musk, reemplazó el icónico logotipo de pájaro de Twitter con una X.
Musk hizo el impactante anuncio de sus planes la madrugada de este domingo. Este lunes a primera hora, tiempo de EE.UU., tuiteó que X.com ahora apunta a Twitter.com.
“El logotipo interino X se activa más tarde hoy”, escribió Musk, poco antes de compartir una foto de la sede de Twitter iluminada por una nueva X gigante.
El sitio web de Twitter ahora presenta el mismo logotipo, mientras que el familiar pájaro azul ya no está.
Anteriormente, Musk dijo que estaba diciendo “adiós a la marca de Twitter y, gradualmente, a todos los pájaros”.
Twitter, fundado en 2006, ha utilizado su vívido emblema de pájaro azul mundialmente reconocido durante más de una década.
El cambio de nombre podría verse como una especie de revisión de la marca para la empresa: Musk ha advertido repetidamente en los últimos meses que Twitter, que enfrenta grandes pérdidas en los ingresos publicitarios, estaba al borde de la bancarrota.
Aumentando la presión, a principios de este mes, la plataforma rival de redes sociales Threads se lanzó desde Meta, matriz de Facebook. Superó los 100 millones de registros de usuarios en su primera semana.
Twitter tenía 238 millones de usuarios activos antes de que Musk lo hiciera privado en octubre de 2022.
Polémicas y despidos masivos
Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, fue conocido en su momento por sus esfuerzos innovadores a través de las empresas SpaceX y Tesla para lanzar cohetes y construir coches eléctricos.
Ahora, muchos de los titulares que acapara son por sus excéntricos comentarios en su cuenta personal de Twitter, en la que a menudo comparte teorías conspirativas y se enzarza en riñas públicas.
Musk revisó el sitio tras adquirirlo por US$ 44.000 millones a finales de octubre de 2022, y luego siguió con despidos masivos, disputas sobre millones de dólares supuestamente adeudados en indemnizaciones y la nota de Musk a los empleados de que permanecer en la empresa significaría “trabajar muchas horas a alta intensidad”. Escribió: “Sólo un rendimiento excepcional constituirá un aprobado”.
La agitación llevó a organizaciones como la Liga Antidifamación, Free Press y GLAAD a presionar a las marcas para que se replantearan la publicidad en Twitter.
Los grupos señalaron los despidos masivos como un factor clave en su pensamiento, citando el temor de que los recortes de Musk hicieran que las políticas de integridad electoral de Twitter fueran efectivamente inaplicables, aunque técnicamente siguieran activas.
Musk también empezó a supervisar polémicos cambios de política que provocaron frecuentes interrupciones del servicio en Twitter y pusieron en entredicho su propia reputación en el proceso.
Una segunda oportunidad
En junio, Musk nombró consejera delegada de la empresa a Linda Yaccarino, antigua ejecutiva de marketing de NBCUniversal.
Ella comentó el cambio de nombre en Twitter este domingo por la tarde: “Es algo excepcionalmente raro -en la vida o en los negocios- que tengas una segunda oportunidad de causar otra gran impresión. Twitter causó una gran impresión y cambió nuestra forma de comunicarnos. Ahora, X irá más allá, transformando la plaza de la ciudad global”.
La nueva empresa se enfrenta a nuevos retos. Musk reveló recientemente que la plataforma sigue teniendo un flujo de caja negativo debido a una caída del 50% en los ingresos por publicidad y a la pesada carga de la deuda.
Tras criticar la salida, o la pausa, de anunciantes de Twitter como General Mills, Macy’s y algunas empresas automovilísticas que compiten con Tesla, Musk se ha autodenominado “absolutista de la libertad de expresión” y ha dicho que quería comprar Twitter para reforzar la capacidad de los usuarios de hablar libremente en la plataforma.
Musk explicó su enfoque de la libertad de expresión diciendo: “¿Se permite a alguien que no te gusta decir algo que no te gusta? Y si ese es el caso, entonces tenemos libertad de expresión”.
Añadió que Twitter “sería muy reacio a borrar cosas” y que la plataforma tendría como objetivo permitir toda expresión legal. Muchos usuarios temen que esto signifique un aumento de la incitación al odio.
Mientras tanto, el frenesí inicial en torno a su rival Threads parece haber vuelto a la tierra, sobre todo porque ha estado plagado de spam y carece de varias funciones fáciles de usar que ofrece Twitter o, ahora X.
Adam Mosseri, que supervisa el lanzamiento de Threads para Meta, ha insinuado planes para añadir funciones como una versión de escritorio de la aplicación, un feed de las únicas cuentas que sigue un usuario y un botón de edición.
Aún no se ha demostrado su capacidad para atraer publicidad.