Los de Xavi Hernández se alejan casi definitivamente del Real Madrid tras la victoria blanca ante el Villarreal. La distancia con el liderato podría ser aún mayor si gana el Girona al Alavés.
Xavi Hernández fue muy vehemente en la rueda de prensa del pasado viernes defendiendo que su equipo todavía estaba vivo en las cuatro competiciones y que lo que los medios de competición contaban era “una irrealidad”. Eso sí, también reconoció que el partido ante el Valencia era una “final” y que su equipo necesitaba los puntos en la Liga porque apenas tenían margen de error. Pero el Barça volvió a fallar fuera de casa y les da a sus rivales una magnífica oportunidad para prácticamente dejarlos fuera de la lucha por el título.
Después de las derrotas ante el Girona y el Amberes en la Champions, el partido ante el Valencia era vital para calmar las aguas en el FC Barcelona. Pero el empate sigue dejando muchas dudas alrededor del equipo. Son ya tres partidos consecutivos sin conocer la victoria y el bache de resultados y de juego se sigue alargando.
La situación de Xavi era límite porque el margen de error que tiene el Barça es muy limitado. El juego del equipo, es cierto, mejoró un poco pero de nuevo la flaqueza defensiva lo penalizó gravemente. Estuvo tremendamente poco tensa la defensa azulgrana en el gol del empate del Valencia. Después de este empate, la situación del Barça se complica, y mucho, en la Liga porque los principales rivales en la lucha por el título están en condiciones de asestarle el golpe de gracia.
Si el Girona gana al Alavés el lunes se alejará a nueve puntos. La victoria del Real Madrid este domingo ante el Villarreal ha distanciado a los blancos a siete puntos respecto al equipo de Xavi Hernández. Unas distancias, que viendo el momento actual del Barça, parecen totalmente insalvables. Este miércoles, los azulgrana afrontarán una nueva final contra el Almería en el estadio Lluís Companys.