El primer debate presidencial, que abarcó diversos temas de interés nacional, cómo seguridad, impacto ambiental, educación y seguro social, quedó a deber pues las respuestas de la mayoría de los candidatos, o no se prepararon o simplemente, no saben cómo resolver los problemas nacionales.
Un José Gabriel Carrizo, asustado, un Ricardo Lombana, fuera de foco, un Melitón Arrocha, dando tumbos, una Zulay Rodríguez, que hizo lo que mejor sabe, atacar, un Martín Torrijos, que quiere y no puede, un Rómulo Roux, insípido, y una profesora Maribel Gordón, más centrada, fue lo que se vivió en dicho debate.
Otro punto, el tiempo fue el enemigo principal de los candidatos, pues no se prepararon para manejar los tiempos cronometrados.
En materia de la Caja de Seguro Social, los candidatos presidenciales, coincidieron en algo, en meterle cuento a la población, pues hagan lo que hagan, no se podrá evitar una reforma que no toque la edad de jubilación y la densidad de cuotas, a menos que tengan una varita mágica para resolver el tema, de otra manera no se podrá evitar lo que ya señalamos.
Coincidieron en atacar al gobierno por no haber hecho nada para salvar a la Caja de Seguro Social, sobre todo en el Programa de Invalidez, Vejez y Muerte, por ser el más afectado en la crisis financiera que tiene la institución.
Pero al final, el problema seguirá pues ninguno propuso nada en concreto para salvar a la CSS, en materia de medicamentos, citas médicas, exámenes, cirugías, en fin, todo ese conflicto que tiene al seguro social inmerso en una serie de problemas que hay que actuar rápido o de lo contrario, veremos perder el más valioso activo del país.