El Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han llegado a un acuerdo en el primer punto de los diálogos de paz en Caracas, Venezuela. Este acuerdo se centra en el desarrollo del proceso de participación de la sociedad en la construcción de la paz. Ambas delegaciones han compartido un comunicado en el que explican que este acuerdo representa un avance significativo hacia una alianza social y política en Colombia, con miras a un Gran Acuerdo Nacional que busque eliminar la violencia de la política en el país y abordar los diversos problemas que enfrenta en su camino hacia la paz.
Se destaca la importancia de incluir a todos los sectores de la sociedad colombiana, especialmente a aquellos históricamente excluidos tanto en zonas rurales como urbanas. El acuerdo enfatiza la necesidad de incorporar enfoques diferenciales basados en aspectos poblacionales, étnicos, de género, generacionales, de derechos y territoriales. Se establece que la participación social debe ser activa, propositiva, inclusiva, deliberativa, vinculante, eficaz y autónoma.
Se subraya que la construcción de la paz no puede basarse en el olvido y la impunidad, y se reconoce la importancia fundamental de dar voz a las víctimas en este proceso y garantizar la legitimidad de los acuerdos alcanzados.
Estos acercamientos entre el Gobierno de Gustavo Petro y el ELN comenzaron en 2022 como parte de la iniciativa de “paz total” para negociar el fin de la violencia armada con los grupos delincuenciales en Colombia. Tras un primer ciclo de diálogos en Caracas en noviembre y diciembre de 2022, en junio de 2023 se alcanzó un acuerdo de cese del fuego inicialmente por seis meses, que se extendió otros seis meses en febrero de 2024 como parte del proceso hacia la paz en Colombia.