Andrei Belkov era el jefe de una empresa de construcción adscrita al Ministerio de Defensa de Rusia y sancionada por EEUU
Un tribunal de Moscú ordenó este jueves la detención durante dos meses del jefe de una división de construcción del Ministerio de Defensa ruso por sospechas de abuso de poder, la última de una serie de detenciones de altos cargos del Ministerio este año.
Un tribunal de Moscú ordenó este jueves la detención durante dos meses del jefe de una división de construcción del Ministerio de Defensa ruso por sospechas de abuso de poder, la última de una serie de detenciones de altos cargos del Ministerio este año.
Andrei Belkov, de 46 años, dirige la Compañía de Construcción Militar, que construye bases, hospitales, escuelas y otras instalaciones para el Ejército ruso, según su página web.
La empresa -que fue sancionada por EEUU el año pasado por su participación en la reconstrucción de Mariupol, una ciudad ucraniana ocupada por tropas rusas- estaba bajo la supervisión del Viceministro de Defensa Timur Ivanov, que fue detenido en abril acusado de aceptar millonarios sobornos para aprobar contratos para el Ministerio.
El portal de noticias ruso Meduza citó fuentes que no identificó, según las cuales Belkov fue detenido en relación con la compra de un tomógrafo a un precio excesivamente elevado durante la reconstrucción de un centro médico militar.
Se enfrenta a una pena de hasta 10 años de prisión si es declarado culpable. Hasta el momento se desconoce si el acusado ha reconocido su culpa.
Ivanov, jefe de Belkov, era un estrecho colaborador de Sergei Shoigu, a quien el presidente Vladimir Putin destituyó como ministro de Defensa poco después de su toma de posesión en mayo para un nuevo mandato.
Shoigu había sido muy criticado por los reveses sufridos por Rusia en el campo de batalla de Ucrania, y fue acusado de incompetencia y corrupción por el líder mercenario Yevgeny Prigozhin, que lanzó un motín en junio de 2023 para exigir la destitución de Shoigu y del jefe del Estado Mayor militar, el general Valery Gerasimov.
Y la detención de Ivanov desató una ola de arrestos de otros altos funcionarios de Defensa y empresarios rusos vista por algunos expertos como una purga de la alta cúpula militar rusa. El pasado 13 de julio, el empresario ruso Igor Kotélnikov, acusado por la Justicia de haber actuado como intermediario de los sobornos a Ivanov, murió en prisión a consecuencia de un fallo cardíaco, según fuentes oficiales rusas.
Tras la destitución de Shoigu, Putin confió el Ministerio de Defensa a un tecnócrata economista, Andréi Belousov. Entre los adjuntos de este último, el presidente ruso colocó a una de sus primas, Anna Tsiviliova, y a Pavel Fradkov, hijo del ex primer ministro y ex jefe de los servicios de inteligencia exterior, Mijail Fradkov.