Este sábado, alrededor de doscientos venezolanos se reunieron en el parque Urracá, ubicado en la capital panameña, para manifestarse a favor de la libertad y reivindicar la victoria del candidato opositor Edmundo González Urrutia en las recientes elecciones presidenciales del 28 de julio. Aunque la autoridad electoral venezolana anunció la reelección del presidente Nicolás Maduro, la falta de presentación de las actas de votación ha generado serias denuncias de fraude.
Los manifestantes, bajo el lema “Ganó Venezuela, Triunfamos el 28 de julio y ahora vamos a cobrar”, exigieron transparencia y justicia. La convocatoria estuvo marcada por un ambiente de unidad y esperanza, con los asistentes vitoreando frases como “¡Viva Venezuela, viva Panamá! ¡Libertad, libertad, libertad!”, mientras portaban banderas venezolanas y pancartas que apelaban a la democracia y solicitaban ayuda a la comunidad internacional.
El alcalde de Panamá, Mayer Mizrachi, se unió a la concentración y expresó su apoyo a los venezolanos en su lucha por la democracia. “Panamá, esta es su casa, odiaría que se fueran, pero odio más que se tengan que quedar por las razones equivocadas”, comentó Mizrachi, recibiendo el aplauso de los presentes.
A nivel internacional, el nuevo gobierno panameño, liderado por José Raúl Mulino, reconoció a González Urrutia como presidente electo y exigió al Consejo Nacional Electoral de Venezuela la publicación de las actas de votación para su verificación. Mientras tanto, miles de personas también se congregaron en Caracas y otras ciudades de Venezuela para protestar contra los resultados oficiales, que sostienen que Maduro fue reelegido.
La oposición ha divulgado en línea miles de actas de escrutinio que, según su versión, demuestran el triunfo de González Urrutia, aunque el oficialismo rechaza la autenticidad de estos documentos. En contraste, grupos chavistas marcharon en Caracas para respaldar la reelección de Maduro y defender lo que consideran “la paz” en el país.
La tensión política en Venezuela continúa creciendo, mientras la voz de los opositores resuena tanto dentro como fuera del país, clamando por un cambio y una verdadera representación democrática.