En una operación coordinada bajo el nombre “Arcángel Miguel”, el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront) descubrió un campamento clandestino en la selva de Darién, que albergaba más de 55 chozas y se encontraba a orillas de un río en la comarca aborigen Emberá. Este hallazgo se produjo el pasado sábado y revela una preocupante red de servicios ilegales destinados a migrantes irregulares que atraviesan la región en su camino hacia el norte de América.
El campamento, que operaba fuera de las rutas habituales de los migrantes, estaba equipado con instalaciones para acampar y comer, así como con botes, plantas eléctricas, neveras y tecnología avanzada para acceso a internet. Durante la operación, que involucró a aproximadamente 150 agentes de Senafront, se confiscó un total de siete antenas satelitales Starlink, las cuales se sospecha eran utilizadas para facilitar actividades ilícitas en la zona.
Según un comunicado emitido por Senafront, este campamento es un claro ejemplo de la explotación de economías ilícitas que se benefician del sufrimiento y la desesperación de los migrantes, quienes son guiados por coyotes hasta este punto desde las costas del Caribe. Además, se advirtió que en estos lugares proliferan actividades delictivas como la prostitución, la venta de drogas y la extorsión, muchas de las cuales están vinculadas a grupos criminales como el Clan del Golfo.
La operación, realizada en colaboración con el Ministerio Público y el Ministerio de Ambiente, pone de manifiesto la necesidad de abordar de manera integral la problemática de la migración irregular y las redes criminales que operan en la región.