James Rodríguez se vistió con su mejor traje, tomó la varita de mago y nos hizo viajar en el tiempo para plantarnos en el Mundial de 2014, cuando el colombiano se convirtió en figura mundial y se ganó el fichaje por el Real Madrid. Pero estamos en 2024 y el zurdo de 32 años completó ante Panamá una auténtica exhibición en la que repartió dos asistencias y anotó desde el punto de penalti. Un nivel de forma soberbio para llevar a su equipo hasta las semifinales del torneo con un juego vistoso y eficaz.
A los ocho minutos James botó un tiro de esquina perfecto y Córdoba lo ganó con su fortaleza física para cabecear a la red, lejos del alcance del guardameta. Panamá no supo defender la acción en un inicio frío de partido y cuando quiso presentarse ya vio cómo Mosquera cometía penalti sobre Arias. James tomó la responsabilidad tras la revisión del VAR y puso el 2-0 cuando apenas se llevaba al minuto 13.
La selección canalera reaccionó y contó con un par de ocasiones muy claras. Se quedó a centímetros de reducir la diferencia con un cabezazo de Miller que pegó la madera y Vargas alejó ya sobre la línea de gol. Hasta la fortuna se había aliado por una Colombia bien acompañada por decenas de miles de aficionados que poblaron las gradas en Glendale.
Antes del descanso la selección de Lorenzo asestó un golpe mortal y de nuevo James fue protagonista. En una falta aún en campo propio tomó la pelota y estuvo más avispado que nadie para servir un preciso pase sobre la carrera de Luis Díaz. El del Liverpool definió con clase y dejó el duelo liquidado.
Con los tres goles de ventaja, ya durante la segunda parte, Colombia se permitió el lujo de bajar revoluciones y aun así dejar fantásticas combinaciones en campo rival para cosechar llegadas de peligro casi por inercia. Un momento colectivo envidiable y una racha ya de 27 partidos sin perder, lo que sirve para igualar la mejor de la historia de la selección, fechada entre 1993 y 1994.
Richard Ríos, otro de los jugadores clave de Colombia, anotó el cuarto con un potente disparo. Un futbolista disciplinado en el trabajo defensivo pero que tiene un golpeo excelente entre sus mejores virtudes. En ese momento James ya dejó la cancha e instantes antes lo habían hecho Díaz y Arias para encarar las semifinales en plenitud física. Ya en la última acción del partido hubo penalti sobre Arias y Borja lo anotó para cerrar el partido con la manita.