El Gobierno del presidente Joe Biden impondrá una nueva acción ejecutiva que prohibirá a los migrantes que cruzan la frontera ilegalmente solicitar asilo, una medida drástica que en la práctica implicaría “el cierre de la frontera” a los miles de refugiados que se encuentran en México a la espera de poder llegar a Estados Unidos, dijo a CNN Tonatiuh Guillén, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y excomisionado del Instituto Nacional de Migración de México.
Esta medida, que entrará en efecto el miércoles a las 12 a.m., hora de Miami, es la más dura del Gobierno de Estados Unidos en la frontera sur ya que dejará de recibir solicitudes de asilo una vez que el número promedio de encuentros diarios supere los 2.500 en los puertos oficiales de entrada.
“En la práctica, por los números, por el flujo implica el cierre de la ruta irregular que muchísimos migrantes y refugiados han intentado para llegar a Estados Unidos. Implica una especie de muro virtual porque las personas van a estar en un escenario en donde se les va a rechazar porque hay una cifra de arribos superior a 2.500 y del otro lado si se implementa esta medida deja sin posibilidad de refugio a miles de personas”, señaló Guillén.
Tan solo a finales de diciembre del año pasado, las autoridades fronterizas de Estados Unidos registraron un número récord de encuentros con migrantes en la frontera sur. En diciembre de 2023, más de 10.000 migrantes habían cruzado ilegalmente la frontera entre EE.UU. y México a diario, cifras que no se veían desde días antes del levantamiento de una restricción de la era covid conocida como Título 42 que permitía a las autoridades devolver a los migrantes en la frontera.
Además, la nueva acción ejecutiva podría agravar la situación para las autoridades migratorias de México que ya de por si están sobrepasadas debido a la gran población que se encuentran en el país a la espera de poder llegar a Estados Unidos.
“Las autoridades migratorias están sobrepasadas, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) también está sobrepasada, los centros donde se hospedan los migrantes son muy precarios, los migrantes —específicamente los menores no acompañados y las mujeres, al igual que jóvenes— están en riesgo ante el crimen organizado y ante traficantes de personas, y sus Derechos Humanos podrían ser vulnerados”, dijo previamente a CNN Lila Abed directora del Instituto México del Centro Wilson.
La medida también depende en buena parte de la cooperación con México. Hasta el momento, el presidente Andrés Manuel López Obrador solo ha dicho que tendrá una conversación telefónica con Biden al respecto y enumeró durante su conferencia de prensa diaria las solicitudes que ha hecho en el pasado al Gobierno de Biden, como la regularización de millones de mexicanos indocumentados que viven en ese país y que, según el presidente, contribuyen a la economía estadounidense.
Con estas duras medidas, Estados Unidos busca disuadir a las personas de llegar hasta su frontera sur en busca de asilo. Sin embargo, la mayoría de esas personas vienen huyendo de países en Centroamérica y Sudamérica donde la miseria económica, la guerra entre bandas y los efectos del cambio climático son tan graves que el factor disuasorio resulta ineficaz.
“La conclusión es que se trata de un cierre de la frontera al refugio que no creo que tenga manera de corregirse en el corto plazo considerando los flujos y tampoco creo que tenga manera de evitar los flujos mismos”, dijo Guillén.