La renovación de Kylian Mbappé y el Parque de los Príncipes son dos frentes que tendrá que abordar el PSG en los próximos meses. Puede quedarse sin ambos.
El Paris Saint Germain va a tener que abordar dos frentes en los próximos meses cuyo desenlace sigue siendo incierto. El primero de ellos, más urgente que cualquier otro, es el futuro de Kylian Mbappé. Las últimas informaciones que circulan en Francia apuntan a que el delantero ya habría tomado la decisión de dejar el PSG en junio, aunque el club no tiene constancia, por el momento, de que el capitán de la selección francesa haya tomado una decisión final.
El futuro del jugador francés va a definir la hoja de ruta del PSG a partir del próximo verano. Renovarle, algo que todavía no se puede descartar, ya que si este culebrón algo ha enseñado, es a no dar nada por sentado, supondría volver a dar un golpe sobre la mesa, pero el margen de maniobra del club se reduciría bastante. Ya existe, en el caso de que no renueve, un plan sin Mbappé, siendo Rafael Leao, del Milan, uno de los primeros objetivos que ha monitorizado el PSG en el caso de que se confirme la salida de su estrella.
La incertidumbre que entraña en estos momentos el futuro del delantero se asemeja, en cierta medida, a lo acaecido hace dos años, cuando todo el mundo creía que Mbappé jugaría en el Real Madrid, pero finalmente acordó con el PSG un contrato de dos temporadas con opción a otra suplementaria, que no ejecutó el futbolista. La principal diferencia es que, ahora, los medios franceses, optimistas en 2022, son cada vez más pesimistas y deslizan que el crack de Bondy jugará la próxima temporada en el Real Madrid, aunque todavía no tenga acuerdo con los blancos.
Al Khelaïfi será el primero en conocer la decisión del máximo goleador de la historia del PSG, al que le ha ofrecido, según RMC Sport, un acuerdo de renovación con un importante incremento salarial -percibe 72 millones de euros limpios por temporada-. El presidente qatarí, que será uno de los teloneros del Congreso UEFA que albergará París esta semana, espera impaciente una notificación, aunque repite el mensaje de que “están protegidos” al haber acordado con Mbappé que difiriera los 80 millones de primas de fidelidad que le corresponden.
Otro de los temas que debe abordar la dirección deportiva del PSG es la mudanza del Parque de los Príncipes. Si Al Khelaïfi, que le dio un plazo de tres meses al Ayuntamiento, propietario del estadio, cumple su promesa, el conjunto parisino buscará un nuevo terreno para construir un recinto que podría alcanzar los 80.000 espectadores. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, reafirmó este martes su posición de no vender el Parc, contemplando únicamente un contrato de arrendamiento, por lo que las posiciones están más lejos que nunca.
El PSG quiere ostentar la propiedad del estadio en su totalidad para poder acometer distintas reformas, mientras que el Ayuntamiento únicamente divisa un contrato de arrendamiento mediante la cesión del derecho de explotación, aunque con limitaciones a la gigante reforma que desea Nasser Al Khelaïfi y Qatar. Por tanto, el club, expectante de la decisión de Mbappé, podría centrarse después en buscar un terreno que satisfaga las pretensiones de todas las partes.