Editorial

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Justicia imperfecta

Recientemente, hemos visto cómo nuestro sistema judicial actúa de manera invertida causando repudio de la ciudadanía quedando en modo estupefacta tras conocer decisiones adoptadas por los jueces en casos aberrantes.

La medida impuesta al rey Naso por haber violado a una menor de edad con discapacidad, nos dejó a todos con la boca abierta y casi entendiendo que el delito si paga.

El crimen cometido por este personaje, era para que lo pusieran a la sombra por una buena temporada, pero tras alcanzar un acuerdo de pena, logró que el sistema le aplicara una medida cautelar de trabajo comunitario por un tiempo definido.

Este depredador sexual, es un peligro para la sociedad y más para los menores de edad, por lo que no puede estar libre. Nos preguntamos y sí lo vuelve hacer de nuevo, cómo queda entonces la justicia.

Que opinión tendrán los padres de esta menor cuya inocencia ha quedado vulnerada por un enfermo que sólo quiso saciar su lívido deseo aprovechándose de una indefensa criatura que a penas comenzaba a vivir su adolescencia sin imaginar que un desalmado dañaría su vida.

Exigimos una justicia imparcial, también que los representantes del Ministerio Público, no se presten para este tipo de sinvergüenzura que mandan un mensaje equivocado a la sociedad; y a este le decimos que ni el resto de vida que le queda por delante, será suficiente para arrepentirse de este crimen.

Nuestra verdad sin importar a quien le duela