Millones en política
Mientras el país se debate en una crisis económica, marcada por el desempleo, los graves problemas por los que atraviesa nuestro sistema de salud, educación, obras públicas y otros, nuestros políticos se preparan para recibir la danza de millones que vía el Tribunal Electoral pondrá en sus manos.
Eso demuestra el alto desprecio que recibimos los sectores de las clases media y baja de parte de las autoridades que entre todos elegimos para que administraran la cosa pública, pero pensando en cómo resolver las grandes necesidades que afrontamos.
Pero los gobernantes cuando están fuera del poder prometen acabar con el sistema establecido, sin embargo, una vez instalados parece sentirse cómodos y trabajan con el régimen que encuentran, olvidándose de realizar los cambios que prometieron.
El detalle es que hacer modificaciones implicaría atentar contra los intereses propios y de los que contribuyeron a que llegarán al poder.
Estamos llegando al punto de instaurar un gobierno de extrema izquierda de esos que no entienden de democracia, libertad de pensamiento, de expresión y de derechos humanos. Un sistema que no respeta la libertad de empresa o dónde los problemas se resuelven con encarcelamiento de los que se opongan a sus ideas.
Total, hoy es poco lo que falta para llegar a eso, pues si observamos, este sistema que existe persigue utilizando la justicia como su mejor aliado, sólo hay que mirar su actuar para colegir lo que afirmamos en esta columna.
Los políticos tradicionales se aferran a este sistema porque es el que les permite mantenerse gozando del erario público para sus beneficios personales, muy por encima de las necesidades del pueblo.
Nuestra verdad sin importar a quien le duela.