Editorial

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Inseguridad rampante

Los niveles de inseguridad en el país, avanzan en una escala ascendente que la hacen casi imposible de detener.

Ni siquiera los cierres de calle, las protestas y que toda la atención está puesta en la suerte de la minera, parece haber sido el canal perfecto para que los hechos violentos se sigan disparando.

Siendo Colón, la provincia que marca la pauta en cuanto a criminalidad se refiere. Con los distritos de San Miguelito y el Este de la capital, Chorrera y Arraiján los que mantienen altos índices de inseguridad.

En definitiva, la estrategia en seguridad al igual que la educación ha sido un total fracaso en la administración del presidente Lauren tino Cortizo. Tenemos un ministro de seguridad que más que funcionario del Estado, parece más bien un empleado de la DEA, preocupado sólo por quedar bien con los estamentos norteamericanos.

Y no es que nos oponemos a los decomisos de droga, por el contrario, aplaudimos esos esfuerzos, sin embargo, no podemos ser luz de la calle y oscuridad de la casa. La estrategia a lo externo funciona casi de manera perfecta, pero a lo interno es un verdadero fiasco y la mejor prueba de lo que aquí apuntamos es la inseguridad rampante que se pasea por nuestras calles sin que nadie la detenga.

Nuestra verdad sin importar a quien le duela.