El grupo armado informó que sus combatientes atacaron con una granada a los ingenieros de las Fuerzas de Defensa de Israel después de que estos pusieran explosivos en una edificación.
El brazo armado del grupo terrorista Hamas, las Brigadas de Ezzeldín al Qassam, se atribuyó este jueves la muerte de 21 soldados israelíes en un ataque con cohete en el centro de Gaza, donde las Fuerzas de Defensa de Israel preparaban la demolición de dos edificios.
Según un comunicado difundido por los terroristas en Telegram, sus combatientes esperaron a que los ingenieros israelíes colocaran los explosivos y luego les lanzaron una granada propulsada por cohete.
“Los muyahidines estaban apostados desde hace semanas en el este del campo de refugiados de Al Maghazi, pese a los intensos bombardeos. No atacaron a las fuerzas que entraban en el campo hasta que vieron un objetivo valioso”, explicó una fuente de Al Qassam.
El ataque se produjo el lunes, cuando un carro de combate que protegía a los soldados israelíes fue alcanzado por el proyectil. Los militares pretendían destruir dos edificios que, según Israel, eran usados por los terroristas.
Desde el inicio de la ofensiva israelí contra Gaza, el pasado 7 de octubre, han muerto unos 220 soldados de Israel, según fuentes oficiales. Además, Hamas ha matado a cerca de 1.200 personas y ha secuestrado a unas 240, de las que 130 siguen retenidas.
La guerra entre Israel y Hamas cumplió este miércoles 110 días sin un acuerdo de tregua a la vista que permita liberar a los rehenes que el grupo islamista sigue reteniendo.
En las últimas semanas, el grupo terrorista palestino había dicho estar dispuesto a liberar a los rehenes siempre y cuando Israel se comprometiera a un alto el fuego permanente, una condición a la que hasta ahora se ha negado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Según el Canal 12, Hamas propuso un acuerdo que incluye la liberación de rehenes a cambio de un alto el fuego que dure entre 10 y 15 años.
Netanyahu afronta también la presión interna para un cese el fuego.
Los familiares de los rehenes realizan manifestaciones cada vez más concurridas para exigir que Israel acepte un cese el fuego permanente y la liberación de presos palestinos, con tal de recuperar a sus seres queridos.
Este miércoles, miles de israelíes tomaron las calles de Tel Aviv, un día después de que una manifestación liderada por mujeres hiciera lo propio. Además, desde el 21 de enero se instaló un plantón cerca de la residencia de Netanyahu en Jerusalén con protestas diarias, que han reunido a medio millar de personas.
A finales de noviembre, una tregua de una semana permitió la liberación de 105 rehenes a cambio de 240 presos palestinos. En total, 110 rehenes han sido liberados y se estima que 130 siguen cautivos en la Franja, aunque 28 habrían muerto.