El líder de Hamas envía cartas desde la clandestinidad tras casi un año de silencio

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El líder de Hamas, Yahya Sinwar, ha escrito una rara carta al jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah, según el grupo militante libanés, en la que reafirma su compromiso de luchar contra Israel y de apoyar la alianza de militantes regionales respaldada por Irán conocida como el “Eje de la Resistencia”.

Sinwar, líder político de Hamas que se cree que está escondido bajo tierra en Gaza, le dijo a Nasrallah que el grupo está comprometido con el camino de la resistencia tomado por su predecesor asesinado, Ismail Haniyeh, y con la “unidad de la Ummah (nación islámica), en cuyo corazón está el Eje de la Resistencia, frente al proyecto sionista”.

La carta, compartida por el canal de Telegram de Hezbollah, fue escrita para mostrar gratitud por la lucha continua de Hezbollah contra Israel, que comenzó el 8 de octubre, solo un día después de que militantes liderados por Hamas atacaran a Israel, lo que desencadenó un devastador asalto israelí en Gaza.

Sinwar, quien es uno de los hombres más buscados por Israel, no ha sido visto desde la guerra. Tampoco se había sabido públicamente de él durante casi un año, hasta esta semana. El martes, emitió su primera declaración desde la guerra, felicitando al presidente de Argelia Abdelmadjid Tebboune por su victoria electoral, según el canal de Telegram de Hamas. Al día siguiente, su oficina dijo que escribió cartas agradeciendo a quienes ofrecieron condolencias por la muerte de Haniyeh. Y el viernes llegó la carta a Nasrallah. CNN no puede verificar si Sinwar es realmente el autor de las cartas.

Sinwar fue nombrado líder político de Hamas después de que Haniyeh fuera asesinado en la capital iraní, Teherán, en julio. Es considerado más radical que su predecesor en sus tratos con Israel y favorece la cooperación y los lazos más estrechos con Irán y grupos islamistas aliados como Hezbollah.

Prometió continuar defendiendo los sitios sagrados islámicos, particularmente la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, “hasta la expulsión y erradicación de la ocupación de nuestra tierra, y el establecimiento de nuestro estado independiente con plena soberanía y su capital Jerusalén”.

El ataque del 7 de octubre, dijo, fue “una de las batallas más honorables en la historia de nuestro pueblo palestino”.