El Salvador es escenario hoy de una intensa campaña de fumigación para evitar la propagación del dengue, enfermedad que en las Américas ya sobrepasa los 10.8 millones de casos.
Aunque las autoridades manifiestan que el país aún no llegó al nivel de epidemia, especialistas en el tema como el infectólogo Jorge Panameño, aseguran que tras semanas de reportes de casos y al menos siete decesos de niños esa situación es real.
Panameño planteó hace pocos días que hay un alza en las consultas por dengue, lo cual es indicativo de que el mal avanzó más allá de lo estimado.
«En este momento estamos en una epidemia que comenzó hace, mínimo seis semanas», dijo el experto en una entrevista con radio YSUCA.
Esto, aseveró, ya dejó de ser un brote. «Tenemos una elevada demanda de procesos febriles sospechosos de dengue», manifestó.
En su último balance el Ministerio de Salud (Minsal) en el boletín epidemiológico del 4 al 10 de agosto, mantenía 519 casos de dengue y contabilizan siete niños fallecidos y 473 personas hospitalizadas en la red pública.
Desde el 3 de julio, el país se encuentra en estado de alerta debido a las muertes infantiles, y desde entonces, junto a Protección Civil, comenzaron una campaña de fumigación y abatización, para disminuir criaderos.
Diariamente diferentes instituciones del Gobierno como Protección Civil, el Cuerpo de Bomberos, la Fuerza Armada, la Policía Nacional Civil y personal del Minsal, recorren diferentes colonias, cantones, comunidades y escuelas para desarrollar las jornadas de fumigación y limpieza.
Resultado de esa política, El Salvador se mantiene como el país con la menor tasa de incidencia de casos en Centroamérica con 72 por cada 100 mil habitantes, mientras países vecinos como Guatemala tiene 319, Honduras 911, Nicaragua 828 y Costa Rica 297.