El verano de los Lakers está en punto muerto después de que LeBron James renovara con la franquicia por un contrato ligeramente inferior, tres millones de dólares, al máximo salarial para que los directivos tengan flexibilidad a la hora de manejarse e intentar fichar a una tercera superestrella. Porque es de lo poco que ha acontecido antes y después de que se abriera el mercado de agentes libres la primera fecha de julio.
James habló de ello durante la concentración de Estados Unidos para los Juegos Olímpicos en una conversación con Dave McMenamin, de ESPN, y quiso quitarle hierro al inmovilismo en Los Ángeles. “Nos hemos enredado. Nuestros directivos y técnicos tratan de hacer el trabajo que querían, conseguir que haya jugadores que acepten venir, pero eso no ha ocurrido. Y no pasa nada. Es parte del negocio. El mercado está como está”, respondió cuando se le mencionaron nombres como Klay Thompson (Mavericks) o DeMar DeRozan (Kings), vinculados a los Lakers en el pasado y que han preferido valorar más otras opciones. Y dos cuestiones más en lo relativo al equipo donde estará, según el nuevo acuerdo firmado, hasta 2026. ¿Será éste su último contrato como jugador profesional? “A lo mejor no, pero podría ser”. ¿Pueden ganar los Lakers otro campeonato antes de que se retire? “Por supuesto. Por supuesto. A.D. y yo somos chicos comprometidos, que trabajamos para lograr la excelencia, y no estamos tan lejos. Sólo ha pasado un año desde que estuvimos disputando las finales de conferencia”.
La gerencia de los Lakers sólo ha podido asegurarse a LeBron, a los dos novatos por los que ha apostado y a Max Christie, con quien firmaron una extensión de cuatro temporadas. El resto de movimientos, concretamente los de Russell, Reddish, Hayes y Wood responden a opciones individuales para prorrogar un año los contratos. Tanto D’Angelo como Hachimura, Vanderbilt o Vincent continúan siendo considerados traspasables.
Elogios de LeBron a los novatos James y Knecht
Después del debut de su hijo Bronny James con la camiseta de los Lakers, y en espera de un progreso al enfrentarse a jugadores de más enjundia de los que tenía como rivales en USC, LeBron valoró la llegada de su hijo a la franquicia en la que él también está. “Lo que quiero ver es a mi hijo ser capaz de estar en la NBA por sí solo. Siempre ha sido un sueño tanto suyo como mío estar mano a mano, así que conseguirlo hizo que me quedara sin palabras”, remarcó ante los periodistas que le preguntaron por ello en la concentración estadounidense en Las Vegas. ”El chaval ha trabajado muy duro para llegar a este punto. Ha pasado por mucho desde el año pasado, con el incidente que le ocurrió. Cuando anunciaron su nombre me pareció algo irreal. Nuestra familia no tiene palabras suficientes para expresar lo que siente”, apuntó en relación al infarto sufrido por el joven en un entrenamiento en 2023 por el que sus posibilidades de ir a la NBA se redujeron hasta que fue operado satisfactoriamente. “Ahora tiene que meter los pies en el agua de la NBA. El ritmo y velocidad de los partidos, la parte física, etc. Lo que haga en la liga de verano no importa tanto, jugar bien o no jugar bien, yo lo que quiero es que crezca en los entrenamientos, sesiones individuales o ayudándose de los vídeos. Lo que me preocupa es que vaya sumando días y con ello le dé para ir mejorando“. En la antes mencionada charla televisiva el progenitor quiso aclarar la posición de Bronny respecto a las críticas que recibe, tanto por ser el que es como por su desempeño en las pistas: “Creo que la gente en realidad no entiende a mi hijo. A él le da igual. A mí sí que me importaba lo que la gente dijera, yo quería gustarles, algunas cosas me las tomaba mal. A él le importa una mierda. Juega y, cuando ha terminado, se va a casa a darle a los videojuegos. No le echa cuentas a nadie. No escucha ese tipo de historias. Es todo lo contrario a su padre. Cuando yo llegué a la NBA no tenía otra opción que conseguirlo, por mi madre y mi familia, pero él tiene todas las que quiera y el mundo no entiende que eso también es duro en términos de compromiso. Es un chico especial”. Sobre el otro elegido en el Draft 2024, Dalton Knecht, el veterano de 39 años expresó su alegría por tenerle a su vera a partir de ahora: “Quitando a Bronny él era el jugador que más me gustaba en el baloncesto de universidad. No pensaba que fuera a caer hasta la 17ª posición, pero estoy encantado de que así fuera”.