El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, habló por primera vez desde los ataques de esta semana en el Líbano. El ataque del martes, tras explosiones de buscapersonas, mató a 12 personas y dejó miles de heridos. El otro, ocurrido un día después, mató al menos a 25 personas y causó heridas a más de 600 luego de explosiones en walkie-talkies, según el ministerio de Salud del país.
Nasrallah condenó los ataques con dispositivos inalámbricos y los calificó de “masacres”, y dijo que Hezbollah considerará los ataques del martes y miércoles como una adición a la lista de los muchos actos letales cometidos por Israel.
Afirmó que en los dos ataques, “el enemigo israelí tenía como objetivo matar al menos a 5.000 personas en sólo dos minutos, sin tener en cuenta ninguna regulación”.
Nasrallah afirmó que los ataques “cruzaron todas las líneas rojas”, diciendo que los dispositivos explotaron en áreas públicas, afectando tanto a civiles como a miembros de Hezbollah.
“Incluso si hubieran querido atacar a los hombres y combatientes de Hezbollah, estaban atacando a todos los que estaban a su alrededor”, dijo.
Nasrallah reconoce que el grupo sufrió un “golpe sin precedentes” e insinúa represalia
“No hay duda de que hemos sufrido un golpe importante”, dijo en su discurso del jueves, “tanto en términos de seguridad como de humanidad, un golpe sin precedentes en la historia de la resistencia en el Líbano al menos, sin precedentes en la historia del Líbano, y puede que no tenga precedentes en la historia del conflicto con el enemigo israelí en toda la región, tal vez incluso sin precedentes en el mundo”.
“Es la naturaleza de la guerra. Un día el enemigo nos atacará y al siguiente atacaremos al enemigo”, agregó.
“En cualquier caso, el objetivo era matar a tantos líderes y funcionarios como fuera posible, atacar la estructura de Hezbollah y dañar su sistema de comando y control”, explicó. “Esto tenía como objetivo difundir el caos, la confusión, la debilidad y el desorden dentro de Hezbollah y la resistencia. Sin embargo, esto no sucedió ni por un solo momento”, dijo.
“Desde el primer momento, el liderazgo y la administración estuvieron activos y el frente estaba completamente preparado. Estábamos preparados para una ofensiva de los israelíes en el frente”, agregó Nasrallah.
Al tiempo, el líder de Hezbollah advirtió que el frente libanés “no se detendrá” hasta que terminen las hostilidades en Gaza.
“Le decimos a (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu y (al ministro de Defensa israelí, Yoav) Gallant… y al gobierno, al ejército y a la sociedad del enemigo: el frente libanés no se detendrá hasta que cese la agresión en Gaza”, dijo.
“Lo digo claramente: sin importar los sacrificios, las consecuencias o las posibilidades futuras, la resistencia en el Líbano no dejará de apoyar a Gaza”, afirmó.
En el mismo discurso Nasrallah insinuó, además, una posible represalia.
“Llegará el momento, su naturaleza, alcance, cuándo y dónde… eso es algo que definitivamente nos guardaremos para nosotros”, dijo.