Lunes 18 de septiembre de 2023
Vamos por partes
Después del agitado fin de semana inmerso en política, ya el panorama se muestra más claro, ahora con la ratificación de la alianza entre gallos y perredianos, al igual que la de los locos y ñames.
En el escenario de ayer, tampoco hubo sorpresas, pues el sancocho estaba listo para servirse y así fue, sólo queda por definir quien va de vice con el loco, el hijo del general, lengua suelta y el timbalero.
Un gallo bien tapado
Hasta los mismos asistentes al congreso del PRD quedaron con la boca abierta, cuando el ungido postuló como su candidato a vicepresidente al ex ministro Camilón.
Nadie imaginó que gabby sacaría del ostracismo político una persona que todo el mundo creía ya había colgado los guantes en materia política. Ahora muchos analizan si la jugada fue buena o mala.
Se quedaron vestidas
Las que se quedaron con ganas de formar parte de una nómina presidencial fueron la que todavía no sabemos si sigue siendo vicealcaldesa y la niña de Tolé.
De la primera sabemos que, desde hace días, venía mostrando el hambre porque le dijeran si quería ser la vice, pero eso no llegó. La otra que, aunque no había enseñado los dientes se moría porqué se lo pidieran, bueno a seguir calentando banca.
Nostradamus Toto
Dice don Serapio que su esposa Juliana lo tiene cansado pidiéndole que le consiga el número de teléfono de Toto Álvarez, para preguntarle por los números de la lotería y así ganar varios miles.
Es que con eso de haberse adelantado a decir lo que ocurrió rl sábado entre locos y ñames, ha catapultado al paisano de Tolé cómo agorero, dejando tendido al pastor que predijo lo del terremoto que no pasó.
Dé qué huía
El qué salió despavorido ayer una vez terminó el congreso perrediano, fue el secretario general de ese partido, conocido como el rey León. Nadie sabe de qué huía, pero hasta problemas para entrar al carro tuvo pues su chófer estaba encerrado parece que durmiendo la siesta.
La desesperación del secretario fue tal que hasta una palabrota soltó tras no poder evadir a los periodistas que querían conversar con él. Controle su temperamento señor secretario.