Aunque falta un mes para el inicio formal de la campaña presidencial, los multitudinarios actos de la líder opositora obligaron a los miembros del régimen a salir de sus oficinas para recorrer el país
El 4 de junio comienza oficialmente la campaña para la elección presidencial del 28 de julio en Venezuela, pero en la precampaña, tanto el chavismo como la oposición ya comenzaron a trazar sus estrategias para hacerse del voto.
Desde el mismo momento en el que Edmundo González Urrutia fue ungido como candidato unitario de la oposición, el antichavismo comenzó con la titánica labor de dar a conocer a su abanderado, debido a su discreto perfil en la política venezolana. Una tarea que ya se encuentra adelantada, pero no ganada, gracias al recorrido de María Corina Machado con la foto de su embajador en la mano.
“¡Tenemos candidato: Edmundo González Urrutia!”, expresó el jueves ante el aplauso de la multitud que la recibió en el estado Zulia, en el occidente del país.
“¡Estamos listos!”, añadió. Confirmando así que el asunto de la postulación de González Urrutia ya está cerrado y que ya cuentan con lo necesario para medirse en las urnas.
Durante toda la semana Machado se dedicó a realizar actividades de calle con la foto de la boleta electoral en la que aparece su embajador.
Las masivas convocatorias de la opositora hicieron levantar de sus sillas a los dirigentes del chavismo, quienes salieron a recorrer las calles, aunque con una participación notoriamente inferior en cada acto.
Así, se vio al dictador Nicolás Maduro en la localidad de Guatire (al centro-norte costero del país), un antiguo bastión del chavismo del estado Miranda.
Las imágenes de la recepción del jefe del régimen venezolano en la zona fueron ampliamente difundidas por el aparato de propaganda, incluido Venezolana de Televisión (VTV), el canal de televisión tomado por el oficialismo y que es financiado por todos los venezolanos, que destacó la llegada del dictador bajo el título “Se desbordó Guatire”.
En los videos oficiales, donde las protagonistas son las tomas cerradas de la concentración, se ve a Maduro saludando a los asistentes desde el capó de su vehículo blindado.
A pesar de las promesas de una gran movilización y la cobertura mediática del régimen que sugería una acogida masiva, las imágenes y los informes de testigos presenciales contaron una historia diferente.
En un video capturado por un aficionado desde la azotea de un edificio entregado por la propia dictadura, se aprecia a un minúsculo grupo de seguidores aguardando la llegada del “hijo de Chávez”.
El pequeño grupo de personas se congregó en las inmediaciones del lugar donde se desarrollaría el encuentro, mostrando pancartas de apoyo y coreando consignas a favor del chavismo.
“Así me recibió el pueblo victorioso y noble de Guatire, con optimismo y amor, demostrando que la Revolución Bolivariana tiene hombres y mujeres conscientes, que luchan para defender la Patria bonita y de Paz. Vamos rumbo a la gran victoria. ¡La esperanza está en la calle!”, expresó el dictador caribeño en su cuenta en la red social X.
La reducida asistencia contrasta con las imágenes de multitudes que solían acompañar las visitas de Maduro al interior de Venezuela en el pasado, reflejando el cambio en el clima político y social del país.
En otra muestra de cómo la oposición está marcando la pauta del chavismo, la semana pasada, la visita de la líder opositora a la localidad de Turén (estado Portuguesa) coincidió con la presencia del número dos del chavismo, Diosdado Cabello.
El vicepresidente del PSUV no se abstuvo de criticar la candidatura de González Urrutia, alegando que fue una “elección manipulada por el gobierno estadounidense” con intenciones de apoderarse de las riquezas venezolanas.
La campaña del temor
Simultáneamente, el chavismo emprendió su campaña para infundir temor en el electorado a través de una escalada de persecución contra la disidencia y amedrentar el voto opositor.
Tras el multitudinario acto de la semana pasada en Portuguesa, región en la que el chavismo también contó en el pasado con un importante apoyo, el régimen de Maduro arrestó a tres activistas políticos que participaron de la concentración opositora.
Los detenidos fueron identificados como Ámbar Márquez, Víctor Castillo, y Óscar Castañeda.
Estas detenciones arbitrarias desencadenaron una amplia condena por parte de las organizaciones políticas opositoras, que catalogaron estas acciones como abusos graves contra los derechos civiles y exigieron la liberación inmediata de los afectados.
Esto sin contar a los distintos miembros del comando de campaña de María Corina Machado a quienes se les dictó orden de detención durante las primeras semanas de este año, mientras la oposición cerraba su candidatura para los comicios del 28 de julio.
De acuerdo con un informe redactado por el Instituto CASLA para la Corte Penal Internacional (CPI) que se presentó esta semana, la persecución en Venezuela “se ha vuelto más cruel e incisiva y lo que trata es de desmantelar cualquier coordinación que haya dentro de la sociedad civil”, de “atemorizar a todo aquel que quiera apoyar por ejemplo al partido Vente Venezuela al que declararon un grupo terrorista”, lo que les permite “ir a por todos sus miembros”.
La abogada Tamara Sujú, directora ejecutiva del Instituto CASLA, aseguró que las fuerzas del régimen han llegado a detener a personas que han prestado los equipos de sonido o el hotel a Machado para pronunciar sus discursos.