Redacción: EPASA
En un comunicado se advierte que la Convención de 1928 establece claramente que Nicaragua puede exigirle al gobierno de Cortizo, que el asilado sea puesto fuera de Panamá, lo más pronto posible y respetando la inviolabilidad de su persona.
Nicaragua respondió al gobierno de Panamá que no reconocer el asilo político y negar el salvoconducto al candidato presidencial Ricardo Martinelli, viola las Convenciones sobre Asilo y dijo que debe ser respetado como un derecho humanitario de acuerdo al Derecho Internacional.
La Cancillería nica reiteró que le concedió asilo a Martinelli por considerarse perseguido por razones políticas y encontrarse en riesgo su vida.
En un comunicado advierte que la Convención de 1928 establece claramente que Nicaragua puede exigirle al gobierno de Cortizo, que el asilado sea puesto fuera de Panamá, lo más pronto posible y respetando la inviolabilidad de su persona.
La Cancillería de Panamá negó el salvoconducto para viajar a Nicaragua a Martinelli, Nicaragua y advirtió que toda acción, declaración o comunicación que realice el candidato presidencial, desde la sede diplomática y repercuta o impacte en la política doméstica de Panamá, será considerada una injerencia en los asuntos internos de nuestro país y, por tanto, generará consecuencias diplomáticas.
Para el colectivo de Frenadeso es ridículo que la “Cancillería hable de injerencia externa cuando le permite a la embajadora gringa interferir en elecciones, en la justicia y no sólo opinar, sino instruir en asuntos que solo le competen a Panamá”.
La decisión panameña se produjo luego que el encargado del Departamento de Estado para América Latina, Brian Nichols cuestionara el asilo político que el gobierno del presidente Daniel Ortega le otorgó al candidato Martinelli.
Tras la caída de la dictadura militar y de sus aliados del PRD, más de un centenar de exfuncionarios ocuparon las embajadas en Panamá. La lista incluyó a investigados por la “Masacre de Albrook”, homicidios y peculados millonarios.