Nota Editorial

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Venezuela

La crisis política en la República Bolivariana de Venezuela, trasciende fronteras, pues Nicolás Maduro, se ha ido aislando al poner en suspenso sus relaciones diplomáticas con países del área.

El no respetar los resultados expresada por la voluntad popular el 28 de julio pasado, ha sido la punta del iceberg para que los países hayan levantado su voz en protesta por esta situación.

Nuestro país, ha ido más allá, ofreciéndole asilo temporal al dictador Maduro, buscando una salida algo honrosa a la situación, pero cómo era de esperarse, fue rechazada por una persona que cada vez se aferra más al poder.

Esperemos que Nicolás Maduro, no corra la misma suerte de Noriega, que, tras la invasión norteamericana, salió corriendo sin disparar un arma, porque así, es el final de los dictadorcillos de América Latina.

Nuestra Verdad sin Importar a Quien le Duela.