Entre ayudas oficiales
El país se ha enterado por medio de las redes sociales, de cómo el gobierno ha destinado miles de dólares en “ayudas sociales” a personas que en realidad no necesitan ese tipo de apoyo.
Entre la partida discrecional a cargo del señor presidente, y el IFARHU, se han repartido cientos de miles de dólares sin control de ningún tipo.
Allegados, familiares y personajes del mundo de la farándula, se han visto beneficiados con estos apoyos, loa cuáles debieron ser puestos en manos de personas realmente necesitadas.
Tampoco existe un verdadero estudio social que justifique la entrega de fondos públicos a individuos que muy bien pueden pagarse sus necesidades, o si fuera el caso, requieran completar sus estudios, entonces que lo hagan mediante un préstamo, con el compromiso de devolver lo prestado una vez comiencen a devengar salario.
Pero no, el IFARHU se ha convertido en una piñata gubernamental al servicio de los pudientes o con padrinos dentro de las altas esferas oficiales.
Y el Contralor General de la República, Geraldine Solís, parece estar enfocado en otros asuntos y no sólo, ni dice nada al respecto; por el contrario, muestra una postura cómoda al refrendar los famosos auxilios sin preguntar sobre la viabilidad o no de dicha ayuda.
Y ni hablar de la partida discrecional del presidente, ese es el secreto mejor guardado que existe dentro de todos los gobiernos y sólo se sabe a cuentas gotas a quienes se beneficia con un dinero de todos los panameños.
Por último, abrigados la esperanza que el próximo gobierno, no le tiemble la mano para iniciar auditorias en todas las instituciones, con la finalidad de descubrir hallazgos y los responsables sean llevados ante la justicia.
Nuestra verdad sin importar a quien le duela.