La crisis migratoria en la selva del Darién ha alcanzado un punto crítico y Panamá anunció acciones para abordarla, incluyendo la eliminación de puntos de control en comunidades receptoras y el aumento en deportaciones. También se anunciaron medidas como la reducción de la estancia de algunos turistas de 90 a 15 días o aumentar los umbrales financieros para entrar al país.
La crisis migratoria por la selva del Darién está “al límite”. Esas fueron las palabras del ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, en una rueda de prensa en la que se anunciaron nuevas medidas del Gobierno para hacer frente al aumento del flujo irregular de personas por la frontera sur del país.
“Lógicamente, ya estamos a un límite de nuestras capacidades porque el desbordamiento de las personas ya es de forma masiva”, aseguró Pino y señaló que el país contabiliza 350.000 migrantes irregulares que han atravesado la peligrosa selva desde Colombia a Panamá en lo que va de 2023 —esto es más que la totalidad de los cruces en 2022—. Muchas personas atraviesan dicha frontera, una de las más peligrosas del mundo, en precarias condiciones en su camino hacia el norte del continente americano.
Ante dicho panorama, Samira Gozaine, directora del Instituto de Inmigración de Panamá, dio a conocer una serie de decisiones con las que buscarán hacerle frente al aumento de llegadas irregulares a territorio panameño.
Una de las medidas será la eliminación de puestos de control y asistencia migratoria en unos de los municipios fronterizos, que son los primeros en recibir a los migrantes. “Vamos a remover los puntos de control y asistencia migratoria de las mismas comunidades receptoras de Bajo Chiquito y Canaán Membrillo. Esto a fin de mitigar el impacto sanitario y de seguridad que hay dentro de esas comunidades. Comunidades de 200 a 300 personas que están recibiendo impacto de 3.000 a 4.000 personas por día”, informó Gozaine.
Además, las autoridades del país anunciaron que aumentarán las deportaciones de personas con antecedentes penales y también los vuelos para repatriar a los migrantes irregulares.
“Se continuará con las expulsiones y deportaciones de los ciudadanos irregulares y con antecedentes penales, con apoyo de vuelos del Senan. Se triplicarán los vuelos de ser posible”, afirmó la directora del Instituto de Inmigración de Panamá.
Por otro lado, el Gobierno dijo que reforzará la vigilancia y el control en los puestos de entrada del país y también los patrullajes marítimos, en búsqueda de interceptar barcos de organizaciones ilegales que se dedican al tráfico de personas.
Reducción de 90 a 15 días de permanencia para algunos turistas
Una de las medidas que más ha causado confusión fue el anuncio de la reducción de 90 a 15 días de permanencia para algunos turistas dentro del país.
“Vamos a reducir el periodo de turismo de 90 días a 15 días (no es para todas las personas y nacionalidades), es según el perfilamiento”, sentenció Gozaine. Sin embargo, no especificó qué se tendría en cuenta para determinar qué personas deberán estar un periodo más corto de tiempo en el país.
Lo que sí se precisó en la conferencia de prensa es que el país aumentará los umbrales financieros en sus puntos de control. Así las personas que quieran permanecer 90 días en Panamá deberán presentar una prueba de fondos de al menos 1.000 dólares, en lugar de los 500 dólares que se estipulaba anteriormente.
La percepción al otro lado de la frontera
La crisis migratoria en el Darién ha enfrentado posiciones entre Panamá y Colombia. El Gobierno de Laurentino Cortizo ha pedido mayor control por parte del de Gustavo Petro. Pero el mandatario colombiano ha asegurado que la actual situación responde a causas estructurales.
De hecho, el jueves aseguró en su cuenta de X que para solucionar la crisis hay “desbloquear económicamente a Venezuela”.
Del lado panameño se auguran más medidas. La próxima semana se unirán representes de dicho país con los de Costa Rica para realizar una “gira” por el Darién y anunciar otras acciones de control.
Unicef asegura que los cruces en este año podrían ser más de 400.000 y ha mostrado su preocupación por las “múltiples violaciones y abusos” que enfrentan los migrantes que atraviesan el Tapón del Darién.
El jueves, Unicef reportó que al menos 40.000 menores de edad atravesaron el peligroso cruce fronterizo en la primera mitad de 2023. Del total, la mitad habrían sido niños de menos de cinco años.