El Gobierno panameño ha continuado con sus planes a pesar de las críticas por el cierre de la selva del Darién. Se han cerrado entre cuatro y cinco pasos en la frontera natural entre Panamá y Colombia debido a la detección de terroristas en la zona.
Recientemente, se descubrió que 18 individuos estaban relacionados con actividades terroristas y habían pasado desapercibidos por las autoridades colombianas. Además, unas 3 mil personas estaban involucradas en varios delitos.
El ministro de seguridad, Frank Alexis Ábrego, ha anunciado que se coordinará con países vecinos la repatriación de migrantes irregulares en los próximos días después de reuniones sobre el tema.
Para reducir el flujo de migrantes en el tapón del Darién, se han implementado medidas de control. Patrulleras del Servicio Nacional Aeronaval han sido enviadas a las costas del Caribe y del Pacífico.
Se ha advertido que cualquier embarcación que intente ingresar con migrantes irregulares procedentes de Colombia será retenida y puesta bajo custodia de las autoridades correspondientes.
La vigilancia se extiende también por tierra, con cierres temporales establecidos por el Servicio Nacional de Fronteras en trochas y caminos que comunican con Colombia.
Se ha creado un paso humanitario para los migrantes en Cañas Blancas, río Turquesa, Bajo Chiquito y Lajas Blancas, donde son atendidos por organismos como la Cruz Roja Internacional, Cruz Roja Nacional, Unicef, Acnur, entre otros.
Hasta el 9 de julio, hubo un naufragio en aguas del Caribe de Colombia con migrantes a bordo, mostrando la complejidad y peligrosidad de la migración por la región.
El defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, ha expresado la necesidad de una mayor participación del ejército colombiano para abordar la crisis migratoria en la frontera.
Las medidas implementadas han sido criticadas por organizaciones como la Red Clamor en Panamá y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien señaló que los alambres de púas en la selva solo llevarán a más tragedias en el mar.
Estados Unidos ha anunciado la expansión de sus restricciones de visas desde ayer, según el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.