El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió a Occidente sobre el riesgo de una guerra nuclear si envían sus propias tropas a luchar por Ucrania, añadiendo que Moscú posee las armas para atacar objetivos occidentales.
En su discurso anual sobre el estado de la nación ante la élite rusa este jueves, Putin dijo que las afirmaciones de que Rusia tiene la intención de atacar a Europa son “una tontería”, pero advirtió que su país podría atacar a los países occidentales con armas nucleares.
Putin hizo referencia a una idea planteada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien el lunes dijo que “no se puede descartar” la posibilidad de enviar tropas occidentales a Ucrania. Varios líderes europeos rechazaron rápidamente la sugerencia.
“Todo lo que están inventando ahora, con lo que amenazan al mundo entero, todo esto realmente amenaza con un conflicto con el uso de armas nucleares y, por lo tanto, con la destrucción de la civilización, ¿no lo entienden o qué?”, dijo Putin.
“En última instancia, deben comprender que nosotros también tenemos armas —y lo saben, como dije ahora—, también tenemos armas que pueden alcanzar objetivos en su territorio”, advirtió.
Putin ha señalado el espectro nuclear en varias ocasiones desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala de Ucrania hace más de dos años. El país transfirió armas nucleares tácticas a la vecina Belarús el año pasado, y CNN informó este mes que Moscú está intentando desarrollar un arma espacial nuclear que podría destruir satélites.
Su discurso duró más de dos horas —rompiendo su récord anterior, según el medio estatal ruso TASS— y se produjo poco antes de que los rusos voten en las elecciones presidenciales del 17 de marzo, cuando se espera que Putin alcance un quinto mandato y extienda su gobierno al menos hasta 2030.
El presidente también elogió los progresos del ejército ruso, que, según dijo, estaba “avanzando con confianza en una serie de áreas operativas y liberando cada vez más territorios” y ahora “mantiene firmemente la iniciativa” en Ucrania, después de la reciente retirada de Kyiv de la ciudad oriental de Avdiivka.
Confirmó que Rusia reforzará su presencia militar a lo largo de su frontera occidental para “neutralizar las amenazas” de la expansión de la OTAN, después de que Finlandia y Suecia se unieran a la alianza tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
En campaña electoral
Putin también aprovechó su discurso para elogiar el desempeño de la economía rusa y revelar nuevos proyectos nacionales antes de las elecciones presidenciales de marzo, donde no enfrenta ninguna oposición seria después de que se prohibiera la presentación al único candidato pacifista del país y de que Alexey Navalny, el oponente más formidable de Putin, muriera en una prisión del Ártico el viernes pasado.
A pesar de las sanciones occidentales, Putin dijo que la economía de Rusia ha “avanzado de manera mucho más dinámica” que la del resto del mundo, “particularmente en lo que respecta a los otros países del llamado G7”.
Admitió que Rusia no está en el “pico” de su demografía debido a los cambios sociales, como el hecho de que los jóvenes siguen sus carreras y retrasan el tener hijos. Como muchos países, Rusia está lidiando con el desafío de la caída de las tasas de natalidad.
“Apoyar a las familias con niños es nuestra elección moral fundamental. Una familia numerosa con muchos hijos debería convertirse en la norma, la filosofía de la vida social, la directriz de toda la estrategia estatal”, dijo Putin al anunciar programas de apoyo social para las madres.
Al discutir la política de salud rusa, también aconsejó a los ciudadanos que se adhieran al lema de la era soviética: “Deja de beber, empieza a esquiar”.
Putin elogió a quienes han servido en la “operación militar especial”, el eufemismo ruso para la guerra en Ucrania, y dijo que sus veteranos “podrán recibir educación superior y una especialidad civil en nuestras principales universidades”.
Llamó a quienes han servido como la “verdadera élite real” de Rusia, a diferencia de aquellos que “se llenaron los bolsillos debido a todo tipo de procesos en la economía en la década de 1990”, mientras la Unión Soviética se desmoronaba.