En el corregimiento de Juan Demóstenes de Arosemena, ubicado en Arraiján, provincia de Panamá Oeste, los residentes presentaron diferentes cuestionamientos a los funcionarios de la empresa Naturgy. La razón detrás de su malestar eran los frecuentes apagones y fluctuaciones eléctricas que han ocasionado considerables pérdidas económicas para la comunidad.
Las quejas de los habitantes no se limitaron únicamente a los cortes de energía, sino que también abarcaron una serie de reportes sobre el estado deteriorado de postes y transformadores de distribución eléctrica en la zona. En algunas áreas, los apagones han afectado el funcionamiento de las turbinas de los pozos, dejando a las familias sin agua durante largos periodos.
Adicionalmente, los residentes se quejaron de recibir facturas excesivas por consumo eléctrico, algunas superando los 30 mil dólares, y de la falta de respuesta por parte de la empresa pese a los reclamos presentados. La situación se agrava con la pérdida de medicamentos como la insulina debido a la imposibilidad de conservarlos correctamente en un entorno sin suministro eléctrico estable.
Durante la reunión, donde las tensiones fueron palpables, el representante de Naturgy no logró brindar una respuesta satisfactoria en relación a la capacidad de la empresa para atender los reportes de daños. Residentes como Enelda Batista y Alex Rodríguez enfatizaron la necesidad de que la empresa sea sancionada por la ASEP si no mejora la calidad de sus servicios y la modernización de la red eléctrica en Arraiján, que se ve desbordada por el rápido crecimiento de urbanizaciones.
La presencia de funcionarios de la Defensoría del Pueblo y la Autoridad de los Servicios Públicos en la reunión se limitó a tomar nota de las quejas presentadas, sin ofrecer soluciones concretas en el momento.