Un contenedor con artículos esenciales para los recién nacidos y sus madres –incluyendo resucitadores y otros suministros vitales fue saqueado en Puerto Príncipe el sábado, dijo la agencia de ayuda UNICEF en un comunicado, mientras la violencia de pandillas y una crisis humanitaria empeoran en la capital haitiana.
Además de suministros de maternidad y neonatología, en el contenedor saqueado también había “equipos de desarrollo y educación de la primera infancia y de agua”, señaló UNICEF. Más de 260 contenedores de propiedad humanitaria en el puerto están ahora controlados por grupos armados que irrumpieron en el puerto principal la semana pasada, añadió la agencia de la ONU para la infancia.
El robo de los suministros “ocurre en un momento crítico cuando los niños más los necesitan”, dijo el representante de UNICEF en Haití, Bruno Maes. “El saqueo de suministros que son esenciales para salvar vidas de niños debe terminar de inmediato y el acceso humanitario debe seguir siendo seguro”, apuntó Maes.
“Privar a los niños de suministros sanitarios vitales en medio de un sistema sanitario colapsado es una violación de sus derechos”,dijo.
Desde enero, la violencia en Haití ha exacerbado un sistema de salud que ya estaba en ruinas. Según UNICEF, tres de cada cuatro mujeres y niños en el área de Puerto Príncipe no tienen acceso a servicios públicos básicos de salud y nutrición. En la capital sólo hay dos quirófanos funcionales en funcionamiento. Seis de cada 10 hospitales en todo el país no pueden funcionar debido a la escasez de electricidad, combustible y suministros médicos.
El derramamiento de sangre ha continuado en los últimos días, con la muerte de varios “bandidos” durante una operación policial en un barrio de Puerto Príncipe donde vive y opera el líder de la banda Jimmy “Barbeque” Cherizier, anunció el sábado la Policía Nacional de Haití (PNH).
Las autoridades dijeron que intercambiaron disparos con los hombres de Cherizier en la operación llevada a cabo el viernes, para “frustrar las acciones de bandas armadas”. La policía también dijo que incautó armas de fuego y desbloqueó carreteras en el barrio de Lower Delmas.
“Nuevas estrategias están siendo implementadas por la institución policial con el objetivo de recuperar algunas zonas ocupadas por estas bandas armadas en los últimos días, con el fin de facilitar la libre circulación de los ciudadanos pacíficos”, señala un comunicado de la PNH.
Dos fuentes policiales declararon el viernes a la CNN que las autoridades habían lanzado la operación en el Bajo Delmas mientras las fuerzas especiales perseguían a Cherizier.
La PNH no especificó si la policía había localizado a Cherizier, pero dijo que pronto se haría público un informe sobre el desarrollo de las operaciones.
Haití ha luchado por resolver una crisis política y humanitaria de larga data y el 80% de Puerto Príncipe está actualmente controlado por pandillas, según estimaciones de la ONU.
En el interior del país quedan pocos espacios seguros. Todas las carreteras que salen de Puerto Príncipe han sido bloqueadas estos días por las bandas. La PNH ha contraatacado, pero con recursos limitados.
Todos los accesos a los puertos y al aeropuerto internacional han sido bloqueados.
Tampoco entra nada. Las tiendas de comestibles se están quedando sin alimentos, las gasolineras sin combustible y los hospitales con escasez de sangre.
“Si no se pone fin a la violencia y se reabren las rutas logísticas críticas, la crisis sanitaria se agravará considerablemente”, afirmó Maes. “Estamos asistiendo a una catástrofe humanitaria, y queda poco tiempo para revertirla”.
Un equipo de la CNN pudo aterrizar en Puerto Príncipe en helicóptero el viernes tras días de planes intermitentes que requirieron detallados acuerdos de seguridad y múltiples niveles de aprobación diplomática.
Mientras tanto, se han completado los primeros vuelos de un puente aéreo de la ONU entre Haití y la vecina República Dominicana, según informaron fuentes de la ONU a CNN. Por ahora, la única opción para entrar y salir de Puerto Príncipe es un helicóptero de evacuación privado, disponible para extranjeros ricos y diplomáticos – donde un solo asiento actualmente puede costar más de US$ 10.000.
Los suministros médicos serían el primer cargamento, dijeron las fuentes, y los trabajadores de la ONU irían rotando dentro y fuera del país.