Ucrania quiere crear “zona de amortiguamiento” en la frontera con Rusia tras su incursión en Kursk

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Kiev denunció que los habitantes de Kursk fueron “abandonados” por Rusia y anunció el envío de ayuda humanitaria y la puesta en marcha de corredores de evacuación para los civiles

Ucrania anunció el miércoles que pretende crear una “zona de amortiguamiento” (buffer zone) en la región rusa de Kursk, donde sus tropas lanzaron el 6 de agosto una inédita operación militar a gran escala, a fin de protegerse de los bombardeos rusos.

“La creación de una zona de amortiguamiento en la región de Kursk es un paso para proteger a nuestras comunidades fronterizas de los bombardeos hostiles diarios”, escribió en Telegram el ministro ucraniano del Interior, Igor Klymenko.

En efecto, la ofensiva ucraniana en Kursk ha puesto a la artillería rusa fuera del alcance de las aldeas fronterizas, que han estado bajo fuego durante meses. Sin embargo, la amenaza de ataques continúa: la aviación rusa ahora está lanzando bombas, atacando zonas civiles e incluso granjas. “Nunca dejarán de atacar a Ucrania”, dijo Mykola Toryanyk, un funcionario local que supervisa 14 aldeas a lo largo de la frontera.

Ucrania también se prepara a un posible ataque de Moscú en respuesta a su ofensiva en Kursk construyendo nuevas fortificaciones a lo largo de la frontera. Operarios con maquinaria pesada trabajaban el miércoles construyendo nuevas líneas de defensa hechas con dientes de dragón (estructuras de hormigón destinadas a impedir el paso de tanques) y alambre de espino.

El ejército de Ucrania afirma que sus fuerzas controlan 1.000 kilómetros cuadrados de la región de Kursk. Significa que en sólo una semana capturaron casi tanto territorio ucraniano como el que tomaron las tropas rusas – 1.175 kilómetros cuadrados – entre enero y julio de este año, según cálculos del Instituto para el Estudio de la Guerra, un think tank con sede en Washington.

Ayuda y corredores humanitarios para los residentes rusos
Por otro lado, el ministro ucraniano Klymenko dijo que los los habitantes de las localidades situadas en la zona de la operación de defensa “fueron abandonados por Rusia” y se ven privados de “necesidades básicas”.

El funcionario precisó que Kiev preparaba el envío de comida, agua potable, medicamentos y productos de higiene, mientras en varios videos se vieron a habitantes de las localidades rusas agradeciendo a las tropas ucranianas por los suministros.

La viceprimer ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, anunció casi al mismo tiempo que las tropas que penetraron en la región de Kursk facilitarán la evacuación de civiles hacia ambos lados de la frontera.

“Nuestras fuerzas militares planean (…) abrir corredores humanitarios para la evacuación de civiles: tanto en dirección de Rusia como de Ucrania”, declaró en Telegram.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano dijo el martes que Kiev no tiene intención de ocupar el territorio ruso que controla. El objetivo es impedir que Rusia dispare misiles contra Ucrania desde Kursk, afirmó.

“La gente dejó de apoyar la guerra”
Los analistas afirman que las fuerzas de Kiev apuntaron a la región de Kursk porque la débil estructura de mando y control de Rusia allí la hacía vulnerable.

“La situación sigue siendo muy fluida, pero con claros indicios de que el mando y el control de las unidades rusas que responden a la ofensiva están aún en proceso de formación, sin que se haya logrado aún la importantísima unidad de mando”, dijo a la agencia AP el vicealmirante retirado estadounidense Robert Murrett, profesor y subdirector del Instituto de Política de Seguridad y Derecho de la Universidad de Syracuse. “Los próximos 2-3 días serán críticos para ambas partes”.